Amy Winehouse ha quedado hoy en libertad bajo fianza tras haber sido detenida en Londres acusada de un delito de obstrucción a la justicia.
La cantante fue acusada de contratar a unos profesionales, a los que pagó más de 250.000 euros, para crear pruebas falsas que exculparan a su pareja, que se encuentra en prisión preventiva desde hace un mes acusado de atacar junto a otra persona al dueño de un pub londinense en junio del pasado año.
Winehouse ha sido puesta en libertad bajo fianza y tendrá que comparecer ante las autoridades próximamente para comprobar si las acusaciones son ciertas. De ser así, la cantante debería ingresar en prisión, algo que preocupa mucho a su familia, que cree que la artista podría suicidarse si eso ocurriera.
Revista Cuore
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